Macela Paz comienza a escribir la saga del personaje Papelucho en 1947. Ese año publica por vez primera las aventuras de un niño de diez años que, en un lenguaje coloquial y divertido, relata sus peripecias y su relación con el mundo de los adultos. El impacto fue tan grande que se sucedieron doce secuelas, cada uno traducido a diferentes idiomas, y que le valió en gran parte el Premio Nacional de Literatura a su autora en 1982. En 2006, la misma empresa productora que ya había adaptado “Ogú y Mampato en rapa Nui”, clásico comic de Themo Lobos, decide llevar por vez primera a la pantalla grande “Papelucho y el marciano”, uno de los relatos de Marcela Paz, el que sería reinterpretado libremente haciendo citas a los diferentes volúmenes de los que se compone la historia. La apuesta era significativa, considerando que sería un film infantil realizado completamente en animación digital, muy en el estilo de las películas de Disney.
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